Resumen:
Within this research it was found that in the city of Machala the younger public is suffering a high tendency to addiction to mobile technology, although the term is not one hundred percent assumed as such, although they do not want to admit it as an addiction, this is present in the consumption habits of the younger population that generally participates both in their affective social life, within what is the use of applications and the use of cellular devices with which they intercommunicate and interact with other people.
In this research different aspects were evidenced: one is that there is no control by parents despite the fact that they are the owners of the phones, a bad face is enough, a tantrum, and for not having problems and confrontations or because many arrive from their jobs tired they simply give in to the pressure and do not assume the role of parents to control the applications that their children use, the hours they spend on the phones as well as there is not enough control by parents to determine what content they share. In reality the addiction to cell phones is more than anything else a kind of definition, that despite everything scientists have not proven, but there is evidence, which is already setting the tone and is showing that this is not only a problem that happens in large countries but also in small cities like Machala.
Descripción:
Dentro de la presente investigación se comprobó que en la ciudad de Machala el público más joven está sufriendo una alta tendencia a la adicción a la tecnología móvil, aunque el término no está al cien por ciento asumido como tal, aunque no se lo quiera admitir como adicción, este está presente en los hábitos de consumo de la población más joven que por lo general participa tanto, de su vida social afectiva, dentro de lo que es uso de aplicaciones y el uso de los dispositivos celulares con los que se intercomunica e interactúa con otras personas.
En esta investigación se evidenciaron diferentes aspectos: uno es que no existe control por parte de los padres a pesar de que ellos son los dueños de los teléfonos, basta una mala cara, un berrinche, y por no tener problemas y confrontaciones o porque muchos llegan de sus trabajos cansados simplemente ceden ante la presión y no se asume el rol de los padres de controlar las aplicaciones que sus hijos utilizan, las horas que pasan en los teléfonos así como tampoco no hay el control suficiente por parte de los padres para determinar cuál es el contenido que ellos comparten. En realidad la adicción a los teléfonos celulares es más que cualquier otra cosa una especie de definición, que a pesar de todo los científicos no han comprobado, pero que existe evidencia, la cual ya está marcando la pauta y está dejando entrever que esto no es solo un problema que pasa en grandes países si no también en ciudades pequeñas como Machala.
Excepto si se señala otra cosa, la licencia del ítem se describe como openAccess