Resumen:
A finales del siglo XXI, tomando en cuenta todas las tecnologías, sistemas financieros, ecológicos y de comunicación, aún seguimos observando, la importancia social y económica de la industria del envase y embalaje en su finalidad no solo de conservar y transportar un producto, sino del resultado económica y social. Durante las etapas de producción de un producto, hasta él envió al consumidor final, los fabricantes y comerciantes deben asumir cada vez una plaza de mercado y consumidores más exigentes en calidad y economía, en donde el envase tiene que satisfacer no solo la necesidad de preservar, proteger, contener, comercializar y distribuir mercancías, sino también su destreza posterior a su principal uso , la reutilización y reciclaje de los materiales cuidando y contribuyendo así al medio ambiente, los impactos ecológicos porque se crea la necesidad de diseñar envases específicos, que hace la necesidad de generar y transmitir los conocimientos técnicos.