Las primeras apariciones acerca de la importancia de la psicología en el campo legal, se sitúan al final del siglo XVIII, en 1792, Haussen escribe un libro sobre la necesidad de conocimientos psicológicos para juzgar los delitos, a partir de este apogeo dentro la psicología y el derecho varios escritos aparecen para dar paso a varias investigaciones y cubrir la necesidad de la presencia del psicólogo en el área legal. El informe pericial es un documento que constituye un medio de prueba en virtud del cual el psicólogo perito aporta al juez los datos necesarios que posteriormente serán revisados y procesados en un dictamen. Este documento trata de explicar a la ley una revisión personológicas y psicológica del delito y del procesado. Para realizar un buen informe pericial es necesario establecer un objetivo que guie hacia dónde va su investigación, el informe debe ser claro, preciso debe tener un orden lógico tomando en cuenta que la información escrita debe tener justificación mediante comprobaciones documentales científicas. La estructura comprende varios puntos que aportan al funcionamiento de la investigación, en primera instancia se encuentra, datos preliminares del profesional y del procesado, objetivo enviado por el juez, antecedentes del caso, metodologías, presentación de algún documento, hipótesis, valoraciones de hipótesis, resultados, conclusiones y recomendaciones si el psicólogo lo cree conveniente. Por lo tanto, es importante la realización de un buen informe pericial rigiéndose mediante las normas éticas profesionales con la finalidad de dar cumplimiento a la ley y practicar la buena labor del psicólogo.