La problemática del trabajo infantil, ha traspasado generaciones, décadas atrás se habla de esta situación riesgosa ejecutando leyes vigentes como lo es el código de la niñez y adolescencia registrada en el 2003. Esta ley, busca hacer respetar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, al cumplir los 15 años pueden ejercer un trabajo digno bajo su responsabilidad, y la de su empleador. Pero al hablar, del trabajo infantil se hace referencia a toda forma de trabajo forzoso, obligado o que atenta contra la salud y moral de los Niños, niñas, adolescentes. Las causas que conllevan a practicar este labor, es la situación económica que enfrenta la familia, aunque su rol es instruir en el amor a Dios y al prójimo a sus hijos, en realidad los padres proporcionan dos opciones, se arriesgan a trabajar en labores forzosos y perjudiciales, o la otra opción, que es realizada más en el área rural, los padres obligan a sus hijos a que los ayuden en las tareas agrícolas, ganaderas. Esta acción de trabajo genera efectos en la educación, porque impide que este grupo vulnerable pueda continuar sus estudios, y no permite que potencia sus capacidades en su vida profesional a futuro. En este escenario, el Estado ecuatoriano, crea políticas sociales, ejecutadas por los diferentes ministerios estatales y las ONGs, bajo la responsabilidad de los Trabajadores Sociales, con el rol de educar, socializar las políticas sociales, promoviendo los derechos humanos, empoderando de la situación a la familia y usuario, logrando bien común.