Los argumentos filosóficos y su valor para interpretar los hechos en el análisis de la teoría del delito.

Abstract

El desarrollo del presente trabajo de investigación tiene como punto de partida un caso concreto llevado a cabo en la ciudad de Latacunga, en la unidad judicial de flagrancia que conoció la causa en se juzgó la contravención flagrante cometida por el director provincial del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social de la Provincia de Cotopaxi. Las contravenciones de tránsito flagrantes son juzgadas mediante el procedimiento expedito, cuyas penas van en función del tipo respectivo, en el caso presente se procesó al detenido por la contravención de conducción temeraria en estado de embriaguez cuyas penas van en virtud del grado de alcohol que por litro de sangre tiene el contraventor. De hecho se probó materialmente con el certificado de alcoholemia respectivo que el procesado conducía su vehículo con 0.44 grados de alcohol por litro de sangre. En nuestro país, este tipo de contravenciones establecidas en la ley tiene como antecedentes el índice de accidentes de tránsito con pérdidas de vidas humanas registradas en la última década en las calles del Estado, razón por la que se ha rigurisado el sistema penal en torno al ilícito de tránsito con procedimientos especiales y penas más rigurosas, penas privativas de libertad y multas. La generalidad de los procesos, todos en realidad en los que se presenta la prueba de alcotex o de alcolemia, en la que se determina que el grado de alcohol supera los o.3 grados de alcohol por litro de sangre, se condena al infractor, sin que pueda o haya podido lograr que los juzgadores consideren justificación alguna, como un estado de necesidad o cualquier otra figura jurídica establecida en la ley para lograr la absolución del procesado y la ratificación de su estado de inocencia. Los Jueces condenan, y estas contravenciones con condenas son procesos de todos los días.