Resumen:
This study aimed to evaluate the effect of including residual yellow fat in broiler chicken feed on skin pigmentation, considering the importance of skin color as a key trait in consumer perception and market acceptance, particularly in regions where yellow skin is associated with higher product quality. The study was conducted at Finca Santa Inés, part of the Faculty of Agricultural Sciences of the Technical University of Machala, using 200 Cobb 500 broiler chickens. The birds were randomly assigned to five experimental treatments, each with four replicates of ten birds, under a completely randomized design. The treatments differed in the percentage of yellow fat included in the diet (0%, 25%, 50%, 75%, and 100%), replacing the conventional use of palm oil as a lipid source. During a six-week trial period, various performance and quality variables were assessed, including liveweight gain, skin and crowing pigmentation (measured using a standardized colorimetric scale), and mortality rate. The findings showed that the inclusion of yellow fat did not improve skin pigmentation; on the contrary, increasing yellow fat levels led to a progressive reduction in the intensity of yellow skin tones. In contrast, the control group receiving palm oil showed improved pigmentation, confirming the effectiveness of palm oil due to its high content of bioavailable β-carotene and α-carotene. This contrast suggests that while yellow fat may contain some carotenoids, their concentration and bioavailability are not sufficient to produce visible effects on broiler chicken skin coloration. However, the inclusion of yellow fat had a positive impact on growth performance. Treatments with higher inclusion rates showed significant improvements in liveweight gain compared to the control, indicating that yellow fat is an efficient energy source. From an economic perspective, its low cost and consistent availability as a byproduct of the feed industry make it a viable option, especially in systems that prioritize weight gain and profitability over aesthetic characteristics. Furthermore, the use of waste yellow fat contributes to environmental sustainability by reusing a product that would otherwise present a challenge to dispose of.
Descripción:
El propósito de esta investigación fue analizar el efecto de la inclusión de grasa amarilla de desecho en el alimento sobre la pigmentación de la piel en pollos de engorde, considerando que la coloración amarilla de la piel representa un atributo estético muy valorado por los consumidores en ciertos mercados, especialmente en Latinoamérica. Este estudio se desarrolló en la Granja Santa Inés de la Universidad Técnica de Machala, utilizando una población total de 200 pollos, distribuidos aleatoriamente en cinco tratamientos experimentales, cada uno con cuatro réplicas de diez aves, bajo un diseño completamente aleatorizado. Los tratamientos variaron según el nivel de inclusión de grasa amarilla como fuente lipídica en la dieta: 0% (control), 25%, 50%, 75% y 100%, en reemplazo del aceite de palma convencional. Durante el ensayo de cinco semanas, se evaluaron variables productivas y cualitativas como la ganancia de peso vivo, la pigmentación de los tarsos, pechuga y la mortalidad mediante una tira colorimétrica estandarizada. Los resultados revelaron que, a pesar de contener ciertas cantidades de carotenoides, la grasa amarilla no produjo el efecto deseado en la pigmentación de la piel. Por el contrario, se observó una disminución progresiva del tono amarillo a medida que aumentaba el porcentaje de esta grasa, lo cual fue apreciable en las comparaciones semanales. El grupo control, alimentado con aceite de palma, presentó un color de piel más intenso y uniforme, lo que confirma la eficacia pigmentante de esta fuente natural rica en β-caroteno y α-caroteno. Sin embargo, la grasa amarilla sí tuvo un efecto significativo en la ganancia de peso, y los tratamientos con mayores niveles de inclusión lograron los mejores resultados en términos de ganancia de peso vivo. Esta diferencia estadísticamente significativa posiciona a la grasa amarilla como una fuente de energía eficaz que podría utilizarse para mejorar el rendimiento del pollo, siempre que la estética de la canal no sea un criterio de mercado exigente. Desde una perspectiva económica, el uso de este subproducto resulta atractivo debido a su bajo costo y su disponibilidad constante como residuo de la industria alimentaria, lo que también confiere valor ambiental al contribuir al uso sostenible de los residuos orgánicos.