Resumen:
Una de las caras de la violencia aparece muy temprano en la vida de millones de niños. Aprenden a ser violentos en la familia o en la escuela. Ellos les enseñan que los conflictos se resuelven por la fuerza, con el maltrato, el insulto, o la falta de afecto, originando desordenes en su proceso de socialización y desarrollo emotivo, generando problemas de conducta y aprendizaje.