Introducción a la sostenibilidad agraria: con enfoque de sistemas e indicadores

Abstract

El consumo de recursos naturales que viene ocurriendo desde la época de la revolución industrial, está provocando el deterioro del planeta, donde el crecimiento poblacional, trae como consecuencia el aumento de la producción de alimentos, por lo que urge encontrar el modelo ideal para una agricultura de bajo impacto al ambiente, que maximice la producción en igual o menor superficie de la existente, con menos insumos externos con el fin de lograr la sostenibilidad agraria. Los primeros intentos por determinar un equilibrio sostenible se da en la década del 70 con la primera crisis petrolera, donde los efectos en una sociedad dependiente de este recurso para su cotidianidad (energía para aviones, cocina, automóvil, y otros) traerían cambios en su comportamiento, cuando se agoten las reservas de petróleo. De este cambio, no estaría excluida la agricultura la cual depende de la energía fósil para mover la maquinaria agrícola, la cual es necesaria para producir alimentos para la población en constante aumento. En la década de los 70 fue difícil determinar el grado de agotamiento de los recursos naturales o medir el impacto que una industria causa a otro sector económico (una fábrica contamina el río cuyas aguas son para regar un cultivo) siendo ambos interdependiente, nombrando los economistas a este fenómeno como externalidad, partiendo que ambos procesos productivos son vitales para el desarrollo económico de una nación. Con el propósito de medir las externalidades y cuantificar los impactos al ambientes se desarrollan varias metodologías las cuales fueron adaptadas para determinar el desarrollo sostenible, cuyo concepto fue establecido en 1987 por la comisión Bruntland con el intuito de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades (Gallopín, 2003). Si contextualizamos lo que sucede en Ecuador, el desarrollo está limitado, por depender de la explotación del petróleo y de los monocultivos banano, cacao, camarón y rosas. Por lo que se debe replantear la diversificación de la agricultura con especies vegetales de alto rendimiento y resistentes a plagas, así como también desarrollar tecnologías de bajo impacto que sustituyan a los recursos no renovables. Toda iniciativa para aumentar la producción agraria en un marco de equilibrio ambiental debe estar enfocada no solo en la productividad sino que también se puedan alinear a las dimensiones económicas y sociales, mantenido el objetivo de lograr la seguridad alimentaria del país.